
Mantenimiento de los campos
SE ESTÁ REALIZANDO UN ESTUDIO COMPLETO SOBRE LA SALUD
DE LOS ÁRBOLES DE LOS CUATRO RECORRIDOS
LA SALUD DEL ARBOLADO,
UNO DE LOS GRANDES
RETOS EN EL CUIDADO DE
NUESTROS CAMPOS DE GOLF
Si les contamos que los árboles son seres vivos, hemos caído en la obviedad.
Pero también es obvio que, como seres vivos que son, sufren enfermedades,
envejecen y mueren y, por lo tanto, necesitan cuidados, y eso último no todo el
mundo lo tiene tan claro. En estas páginas queremos contarles por qué el prolijo
arbolado de los campos de golf acapara una parte nada despreciable de los
recursos de mantenimiento del club.
Con Información y fotografías de Míriam Rubio y del Equipo de Mantenimiento de Golf La Moraleja
ara mantener sano, verde y frondoso el arbola-do,
cada año se llevan a cabo diferentes trata-mientos.
GLM – 31
Resumimos los más relevantes.
El cuidado de los pinos
El pino es una de las especies con mayor presen-cia
en nuestros campos de golf. Solo en el Campo 1 tenemos
más de 200 ejemplares. Para mantenerlos sanos se llevan a
cabo anualmente tres tratamientos específicos.
El primero de ellos es el empleo de fitosanitarios contra
los hongos defoliadores del pino. Una intervención que desa-rrolla
cada año la empresa especializada Safitra.
El segundo, se trata de una intervención contra escolítidos
o barrenillo (insectos que se alimentan de madera), también
realizada por la empresa Safitra, y que tiene como fin evitar
la propagación de estos coleópteros. Por eso el tratamiento se
centra en los ejemplares afectados y en los que se encuentren
cerca de ellos.
El tratamiento contra los escolítidos del pino (Tomicus
sp.) se realiza entre febrero y junio, pues es la época en la
que emerge la nueva generación de insectos adultos y empie-za
a alimentarse de las ramillas terminales de los pinos. Es
entonces cuando se aprecia que estas ramillas se tornan de
color tostado y caen al suelo, a veces en grandes cantidades.
Y es que los insectos se alimentan de la madera fresca de los
brotes, dejando únicamente la corteza, así que, finalmente,
los ramillos ceden. Los insectos atacan entonces otro nuevo
brote y repiten una y otra vez la operación, hasta que están
maduros sexualmente. En ese momento, realizan perfora-ciones
en los troncos o ramas gruesas. Bajo la corteza, las
hembras hacen su puesta. De los huevos surgen las larvas
(unas cuarenta de media por cada hembra), que se alimentan
del cámbium (el tejido vegetal entre la corteza y el leño) y
afectan seriamente la capacidad de traslocación de la savia
del ejemplar, que podría llegar a morir en un breve plazo si
el ataque es severo.
Otro de los tratamientos que se están llevando a cabo está
destinado a fortalecer ejemplares concretos de pinos que lo
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