
RAFAEL SILVELA
Gerente del club entre 1976 y 2006
«Mi trabajo exigía
vocación. Y a mí
siempre me ha gustado
mucho lo que hacía»
Llegó al club cuando empezaban a venderse las primeras acciones y en su memoria
guarda gran parte de su historia, desde los inicios hasta 2006, cuando se jubiló; desde
mediados de los años setenta hasta un momento, tres décadas después, en que
tomaba forma la idea de construir un tercer y un cuarto recorrido. Rafael Silvela
(Fali para muchos de los socios más veteranos), socio de honor de Golf La Moraleja,
ha vivido en primera persona muchos de los momentos claves en la historia del club.
TEXTO J.A.L. / FOTOS Guillermo Navarro
Seis minutos en coche separan la casa de Rafael
Silvela del chalet social del Campo 1. Y así de
cerca se siente del club. No es sólo una cerca-nía
física, sino también emocional. Hace doce
años que se jubiló, pero habla de sus 30 años
en la gerencia de Golf La Moraleja como si acabara de
entrar por la puerta de su casa después de una jornada de
trabajo en el despacho.
Sigue practicando golf, todo el que puede, aunque re-conoce
que con más entusiasmo que energía y destreza,
porque últimamente –tiene 86 años– su salud hace oídos
sordos y se interpone entre él y su pasión por el deporte.
“Siempre he sido muy deportista. Sigo intentando serlo y
juego al golf tres días por semana. El pádel lo dejé hace
sólo un año; desde que perdí la visión de un ojo en una
operación de cataratas ya no era lo mismo”.